martes, 11 de octubre de 2022

Crítica a la crítica



Hoy el criticar, el pensamiento agudo, el sentido crítico se ha comenzado a tener un uso habitual, tan habítual que terminan transitando a afirmaciones sin sentido y denigrando a quienes la proponen como hechos  cierto , cuando justamente son opiniones que carecen de contenido.  En este sentido quiero expresar que toda crítica hoy por hoy, se difumina o se distorsiona para solamente una mera forma de ataque o de reacción a los hechos.





Si bien podemos establecer una crítica de diverso contenido, el esfuerzo mínimo par a la realización de una crítica es bastante cercano a lo nos sugiere Kant, una investigación sistemática de las condiciones del propio pensamiento , es una labor epistemológica que tendemos a saltar o tendemos a mezclar o simplemente mediante nuestros sesgos las arreglamos para nuestras propias conclusiones 

 En este sentido estamos una sociedad que abandonado el proceso racional de la crítica? Al parecer si , la crítica hoy se sostienen en emociones que viven entre desagravio y la denuncia a tal nivel que se ha permitido exacerbar la crítica liviana tan liviana que basa simplificación o la generalización de actos donde las imprecisiones esta  a la orden del día y el valor de “ verdad” que entregamos a ciertas afirmaciones que rayan en el insulto, que no tienen evidencia terminan siendo material únicamente para convocar un inconsistente colectivo que más que una emoción pura y dura, se transforma en una mera caja de resonancia de nuestros propios gustos. 







En esta línea, ¿ deberíamos de abandonar el sentido crítico cuando sentimos la necesidad de realizarlo ? La respuesta a esto, es No. Claramente que debemos ser críticos, esta crítica a la  crítica no es en cuanto su fondo sino la utilidad de esta. Sino de cuan responsable somos de sus efectos.

Pero pregunto  debemos  ser lo suficientemente críticos para tener un estándar imposible de satisfacer ? o debemos ser lo suficientemente críticos para tomar toda afirmación radical como un “extremismo” ? - creo que de esto hay matices- hay afirmaciones más justas y opiniones aún más cercana a las ópticas generales-  pero todo depende de que Tengamos un diálogo que permita escucharnos, pero también debemos delinear los bordes y el alcance objetivo de nuestra crítica ( tales como que esta tenga evidencia mínima para ser demóstrada, que exista un análisis anterior sopesando virtudes y defectos ) terminando ojalá en juicio reflexivo y ponderado, algo que se extraña en la discusión pública en casi todos los temas, a tal nivel que se nos hace imposible hablar de política, religión y deporte sin un a discusion apasionada o sin que alguien termine de enojado, y esté actuar se vuelto provechoso para algunos sectores, tales que son parte de su estrategia de convencimiento y eslóganes bastante preocupantes.  

En poltiica y su comunicación termina siendo predecible porque comenzamos con las llamadas “click bite” donde extrapolamos una opinión para cruzar la línea de la corrección poltica y con esta opinión publicada instalamos un clima que está deba ser respondido con una “ sandez” de igual calibre. Tal como una estrategia pero que no lo es tanto, ya que erosionar el clima de cierta forma no es tan eficiente porque las pérdidas las pagan todos, incluso quienes están a tu favor; por lo que por lo tanto se fragmenta. 

Entonces en este sentido, se critica el sentido de criticar por una razón obvia, sus extremos, sus extremos que a ratos no conocemos, sus imprudencias, como también sus efectos. El sentido crítico usado en el exceso de intención o con sesgo cognitivo también cae en simplificaciones generalizaciones y discursos incompletos, no será que el extremo es también nuestra ausencia de prudencia y poderacion , será posible encontrarla en algún momento  ? Creo que si

Una crítica siempre debe ser responsable incluso si su afirmación busca una explosión de respuestas o de discusión aún más apasionada, siempre antes de cada discusión cosas que nos gustan pero solo cuando va nuestro favor, es tener una buena lid, no siempre hay que pontificar pero digámoslo es objetivo de cada diálogo o discusión es aprender, es ponderar y saber escuchar al otro, lo que no significa que toda crítica debiera ser acogida. Hoy todos estos bordes los perdemos y no nos esforzamos por recuperarlos. Al menos yo no daría adjetivos a una crítica, si esta debe ser a todo evento responsable, sino lo es; es un atentado a la libertad de expresión como un exceso o un abuso.

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